martes, 10 de noviembre de 2015

El Villa Trina que dominicanos y extranjeros desconocen

Por Mauricio Toribio
JOSE CONTRERAS, Villa Trina.- A pesar de las escenas de terror por el viacrucis de las carreteras y caminos vecinales que a través de las redes sociales se difunden, del municipio montañoso y turístico de José Contreras y su distrito cabecera de Villa Trina, esta conserva una belleza natural enclavada en el mismo eje de la cordillera Septentrional, que muchos desconocen.
Con su pico El Mogote, que erguido se enseñorea a casi mil metros de altura, Villa Trina se levanta entre sus alturas con esplendor, con verdor, flora autóctona  y frescor natural que le dan ese toque paradisiaco y pacifico al lugar a que todos aspiramos a vivir alguna vez.

Esta localidad representa el eje de la cordillera Septentrional que divide la provincia del llano y la costa del Atlántico, que conserva reservas boscosas de incalculable valor forestal y atractivo turístico.
Su cascada y afluentes acuíferas, invitan a que más de uno quieras volver a disfrutar de sus frías y cristalinas aguas y a eternizar esos momentos, acompañados de su rica vegetación y flores silvestres, a través de una foto para el recuerdo.
Al municipio de José Contreras, en honor a uno de los héroes de la gesta histórica del 2 de Mayo y Villa Trina, en honor a la esposa del ex presidente Horacio Vásquez, autora del canto a las madres, doña Trina de Moya, solo espera las manos solidarias del gobierno para que renazca como el Ave Fénix hacia una marca país por el potencial eco turístico que representa.
Con el arreglo de sus calles, carreteras y caminos vecinales, esta comunidad montañosa de Espaillat, les daríamos  a conocer a los mocanos, nacionales  y turistas  extranjeros, el Villa Trina que no conocen, con sus enormes atractivos naturales y hospitalidad de sus gentes.

Desde sus alturas, la vista es hermosa, matizada por verdes prados, valles exuberantes y enormes sembradíos que lo hacen paisajes únicos,  pero de noche, el contraste de luces celestiales y las miradas al infinito, dan ese aspecto especial a ese excelso lugar, olvidado en el letargo del tiempo.

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